El análisis y clasificación de las aguas termales que emergen del pozo de Los Baños de Mula según su temperatura y mineralización es el siguiente:
1.- Caudal: de 110 a 80 l/s 2.- Temperatura: 36.5ºC - Mesotermales (entre 30º y 50ºC) - Acrotermas (mas de 20ºC) - Hipotermales (3.- Mineralización: - Sulfatadas bicarbonatadas cálcicas (+ Un g/l de mineralización total) (+ 20% g/l de iones de sulfato, bicarbonato y calcio) - Mineralización fuerte (+ 1500mg/l de residuo seco a 110ºC) - Mineromedicinales (superior a 1 g/l y Tª > 20ºC)
Los Baños de Mula son administrativamente una pedanía de Mula y se sitúa en el vértice más occidental del Municipio, lindando casi con el término municipal de Albudeite. Está separada a penas unos 8 Kilómetros del núcleo urbano de Mula y tiene una altitud media de unos 230 metros sobre el nivel del mar.
Se encuentra situada en la margen derecha del río Mula y en la actualidad cuentan con un censo de unos 60 habitantes y caso todos ellos viven de la explotación de las aguas del pozo.
La principal vía de comunicación es la autovía del Noroeste Río Mula, que une Murcia con Caravaca de la Cruz y que hace que las comunicaciones por carretera se encuentren en excelentes condiciones.
La fuente de los Baños surge en un paisaje de aspecto casi desértico constituido por margas impermeables, sometido a una gran erosión que provoca la presencia continua de pequeños barrancos y ramblas que van a desembocar al río Mula. Esta aridez ocupa gran parte del territorio y como consecuencia el aprovechamiento agrícola es escaso. En contraste, en el entorno más inmediato del río surgen terrenos de regadío en terrazas abancaladas. Estas pequeñas masas verdes, escondidas en el cauce del río, contrastan con el paisaje árido de los “badlands”.
Todo el territorio que circunda los Baños de Mula posee lugares que destacan por su interés geológico como la presencia de los cerros testigo del Castillo de la Puebla o el de la Almagra. Ambos contienen estratificaciones geológicas que corresponden a las mismas épocas pero se encuentran desnivelados por la presencia de una falla, responsable de la formación de la fuente termal.
Todas estas características físicas, unidas a otras como la presencia de un yacimiento de rocas volcánicas “fortunitas”, y el hecho de que todas ellas se den en un entorno tan reducido, hacen de este territorio un lugar de enorme importancia geológica.
Por otro lado, y tratadas estas características anteriores resultaría casi imposible que en un paisaje desértico de margas impermeables surgiese una fuente como la de los Baños, sin un área de alimentación permeable que la genere. Esta área de la que hablamos es Sierra Espuña, que posee una pluviometría alta y un escaso número de afloramientos de agua en su área más inmediata. Al condicionar los rasgos geológicos a los hidrogeológicos, esta zona constituye una unidad (el Subbético de Murcia) diferenciada a las demás de la cuenca del río Segura, con los siguientes rasgos propios:
• Dada su pluviometría relativamente alta (400mm de media), presenta un valor elevado de recursos hídricos.
• Dados su relieve abrupto y bajas temperaturas medias (13ºC) no existe una agricultura totalmente desarrollada, con lo que la explotación de aguas subterráneas es pequeña en comparación con otras zonas de Murcia.
• La relativamente escasa explotación de las aguas subterráneas posibilita la existencia de manantiales naturales.
• El escaso desarrollo agrícola e industrial de esta comarca preserva los acuíferos de contaminación química u orgánica, con lo que sus aguas se pueden clasificar como de una calidad excelente.
El acuífero que da lugar a la fuente de los Baños de Mula es el de Morrón-Baños de Mula con una extensión de casi 600 Km². Parte de Sierra Espuña, de donde recibe gran parte de su volumen de agua dada al alta pluviometría de esta zona (500mm/año), de origen pluvial y nival.
El carácter termal del afloramiento de aguas de los Baños de Mula está ligado a una circulación profunda de las aguas meteóricas que se van calentando favorecidas por una disposición especial de los estratos de las rocas permeables. Además el afloramiento se alinea con los de Archena y Fortuna por la presencia de un sistema de fallas.
La comarca del Río Mula, ubicada en el centro geográfico de la Región de Murcia, comprende cuatro municipios (Albudeite, Campos del Río, Pliego y Mula). El Municipio de Mula, con un censo de más de 17.000 habitantes ofrece la capitalidad a la comarca y por sus valores históricos, etnológicos y naturales así como por su potencial turístico, constituye un enclave de gran interés para toda la Región de Murcia.
Una de estas importantes productos turísticos que complementarán al Cultural, Natural y Rural será el enorme potencial que posee el municipio para un desarrollo del producto termal focalizado en Los Baños de Mula.
A continuación se analizan los diferentes valores que encierra este territorio, históricos, naturales, paisajísticos, arquitectónicos, etc., y que sirven de complemento para el desarrollo y consolidación de una oferta termal. También analizaremos los factores que no han permitido un temprano desarrollo de una competitiva industria turística construida entorno a estos recursos y al hidrotermalismo. Unos factores condicionados por la historia y la tradición que en este caso han servido de impedimento para caminar hacia ese desarrollo.
Los Baños de Mula es, quizás, el centro termal de gran singularidad por muchos motivos, incluso por su leyenda y tradiciones. Es un espacio que ha venido desarrollando un papel, no sólo como balneario, sino como un lugar de intenso tráfico social. Los mismos usuarios nos dicen que “no es un balneario, es algo propio que hay que mantener y no se puede comparar con los de Archena y Fortuna, la gente viene por ser algo diferente”. Es más, en el ambiente social de los Baños se percibe cierta discriminación cuando se habla del termalismo de la Región de Murcia, y así se refleja en frases como esta: “nunca se acuerdan de los Baños de Mula” que suele repetirse en numerosas de las entrevistas realizadas.
En la actualidad, los cambios económicos y las transformaciones sociales de la comarca han provocado la pérdida de sus funciones tradicionales y la caída en desuso de las prácticas termales habituales. Sin embargo, la emergencia de un turismo de nuevo cuño despierta, a la vez, novedades que los propietarios y explotadores de las termas están explorando con el fin de actualizar las instalaciones y, en general, los entornos.